miércoles, 9 de enero de 2008

Mis vacaciones y mi odontóloga

Me debían 15 días de vacaciones del año anterior y decidí tomarlas comenzando este año. Tenia varios pendientes que debía solucionarlos en estos días libres. Una endodoncia a medias era una de ellas ya que mi dejadez había provocado una infección.
Mis vacaciones y mi odontóloga, así es. Mis vaciones me permitiron hacer limpieza de mis "recuerdos (materiales)" universitarios y otros cachibaches permitiendome asi, encontrar aquel machote (muestra impresa) de Sexum. Mi odontóga, confianza a priori (fue mi primera enamorada y casi en todo) me hizo recordar (en forma de anécdota y/o queja) algo que muchos hombre ignoran: asi como en la comida, en el vestir o en la forma de vida, el sexo también difiere de acuerdo a los gustos, necesidades, fantasías o fetiches de cada persona. En el sexo, el contenido siempre es igual (sensaciones pro-placer), la forma no (maneras de provocar estas sensaciones). Esta afirmación trae abajo aquella teoría que vive en la cabeza de muchos hombres: solo un pichulón puede ser un tigre en la cama.

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